electromagnética, viajan a la velocidad de la luz. Podemos conocer las propiedades físicas del universo gracias a las
radiaciones que emiten los cuerpos.
El término también se emplea para las propias ondas o partículas. Las ondas y las partículas tienen muchas
características comunes; no obstante, la radiación suele producirse predominantemente en una de las dos formas.
La radiación de partículas también puede ser ionizante si tiene suficiente energía. Algunos ejemplos de radiación
de partículas son los rayos cósmicos, los rayos alfa o los rayos beta. Los rayos cósmicos son chorros de núcleos
cargados positivamente, en su mayoría núcleos de hidrógeno (protones). Los rayos cósmicos también pueden
estar formados por electrones, rayos gamma, piones y muones.
La radiación ionizante tiene propiedades penetrantes, importantes en el estudio y utilización de materiales
radiactivos. Los rayos alfa de origen natural son frenados por un par de hojas de papel o unos guantes de goma.
Los rayos beta son detenidos por unos pocos centímetros de madera. Los rayos gamma y los rayos X, según sus
energías, exigen un blindaje grueso de material pesado como hierro, plomo u hormigón.
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